viernes, 31 de agosto de 2012

217.- ¿Qué sucede con la Iglesia cuando celebra la Eucaristía?


217.- ¿Qué sucede con la Iglesia cuando celebra la Eucaristía?

Cada vez que la Iglesia celebra la Eucaristía se sitúa ante la fuente de la que ella misma brota continuamente de nuevo: en la medida que la Iglesia «come» del Cuerpo de Cristo, se convierte en Cuerpo de Cristo, que es sólo otro nombre de la Iglesia. En el sacrificio de Cristo, que se nos da en cuerpo y alma, hay lugar para toda nuestra vida. Nuestro trabajo y nuestro sufrimiento, nuestras alegrías, todo lo podemos unir al sacrificio de Cristo. Si nos ofrecemos de este modo, seremos transformados: agradamos a Dios y para nuestros prójimos somos como buen pan que alimenta. [1368-1372, 1414]

Se critica con frecuencia a la Iglesia, como si únicamente fuera una asociación de hombres más o menos buenos. En realidad, la Iglesia es lo que se realiza diariamente de un modo misterioso sobre el altar. Dios se entrega por cada uno de nosotros y quiere transformarnos mediante la comunión con él. Como seres transformados deberíamos transformar el mundo. Todo lo demás que la Iglesia es también, es secundario.




216.- ¿De qué modo está presente Cristo cuando se celebra la Eucaristía?


216.- ¿De qué modo está presente Cristo cuando se celebra la Eucaristía?

Cristo está misteriosa pero realmente presente en el Sacramento de la Eucaristía. Cada vez que la Iglesia realiza el mandato de Jesús «Haced esto en memoria mía» (1 Cor 11,25), parte el pan y ofrece el cáliz, sucede hoy lo mismo que sucedió entonces: Cristo se entrega verdaderamente por nosotros y nosotros tomamos realmente parte en él. El sacrificio único e irrepetible de Cristo en la cruz se hace presente sobre el altar; se realiza la obra de nuestra redención. [1362-1367] 

215.- ¿Quién preside la celebración eucarística?


215.- ¿Quién preside la celebración eucarística?

En realidad es Cristo mismo quien actúa en cada celebración eucarística. El obispo y el presbítero lo representan. [1348]

L
a fe de la Iglesia afirma que el celebrante está ante el altar in persona Christi capitis (lat. = en la persona de Cristo cabeza). Esto quiere decir que los sacerdotes no sólo actúan en el lugar de Cristo o por su encargo, sino que, a causa de su consagración, es Cristo quien actúa a través de ellos como cabeza de la Iglesia.

Cena Ecológica - Cerezo Barredo

214.- ¿Cómo está estructurada la Santa Misa?


214.- ¿Cómo está estructurada la Santa Misa?

L
a santa misa comienza con la reunión de los fieles y la entrada del sacerdote y los servidores del altar (acólitos, lectores, cantores, etc.).

Tras el saludo viene la confesión general de los pecados, que desemboca en el Kyrie. Los domingos (excepto en los tiempos de Cuaresma y Adviento) y las fiestas se canta o se proclama el Gloria.

La oración colecta introduce una o dos lecturas del Nuevo o del Antiguo Testamento, junto con el salmo responsorial. Antes del Evangelio es el momento de entonar el Aleluya. Después de la proclamación del Evangelio el presbítero o el diácono pronuncian la homilía, al menos los domingos y solemnidades.


Sólo los domingos y solemnidades la comunidad proclama la fe común en el credo, al que siguen las preces.

La segunda parte de la Santa Misa comienza con la presentación de las ofrendas, que se cierra con la oración sobre las ofrendas.

El punto culminante de la celebración eucarística es la Plegaria Eucarística, introducida por el prefacio y el santo. Luego, en la consagración,  se transforman los dones de pan y vino en el Cuerpo y la Sangre de Cristo.


La Plegaria Eucarística desemboca finalmente en la Doxología, que da paso a la oración del Padrenuestro. Después viene la oración de la paz, el Agnus Dei, la fracción del pan y el reparto de los dones sagrados a los fieles, por lo general, sólo bajo la forma del Cuerpo de Cristo.

La Santa Misa finaliza con un tiempo de meditación, la acción de gracias, la oración final y la bendición que imparte el sacerdote. [1348-1355]



KYRIE ELEISON (del griego = Señor, ten piedad): El «Kyrie eleison» era una antigua aclamación de  homenaje a dioses y reyes; pronto se refirió a Cristo y alrededor del año 500 se adoptó de la liturgia griega, sin traducir, en la liturgia romana y occidental.

Texto del KYRIE:

V. Señor, ten piedad.
R. Señor, ten piedad.
V. Cristo, ten piedad.
R. Cristo, ten piedad.
V. Señor, ten piedad.
R. Señor, ten piedad.

GLORIA (lat.= gloria): El canto de júbilo de los ángeles a los pastores (Lc 2,14) en la noche de Navidad es el inicio de un antiguo himno cristiano, documentado en esta forma desde el siglo IX, en el que se canta de forma solemne la alabanza de Dios.

Texto del Gloria:

Gloria a Dios en el cielo,
y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos,
te bendecimos,
te adoramos,
te glorificamos,
te damos gracias,
Señor Dios, Rey celestial,
Dios Padre todopoderoso.
Señor Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios,
Hijo del Padre;
tú que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros;
tú que quitas el pecado del mundo,
atiende nuestra súplica;
tú que estás sentado a la derecha del Padre,
ten piedad de nosotros;
porque sólo tú eres santo,
tú Altísimo, Jesucristo,
con el Espíritu Santo
en la gloria de Dios Padre.
Amén.

Una versión cantada del gloria tomada de Fiesta del Señor 2, de Padre Néstor Gallego.



ALELUYA (compuesto del hebr. halal— ¡alabad, glorificad!, y el nombre de Dios - JHWH/JAHVÉ = Alabemos al Señor!): Esta aclamación, que aparece 24 veces en los salmos, es en la Santa Misa la aclamación de saludo antes de la Palabra de Dios en el Evangelio.

HOMILÍA (del griego. homilein — convencer a alguien, hablarle al mismo nivel, hablar humanamente con él): es otra palabra para decir predicación. El predicador, dentro de la celebración eucarística, tiene la misión de anunciar la Buena Nueva (en griego euangelion) y ayudar y animar a los creyentes a reconocer y aceptar las consecuencias existenciales de la Palabra de Dios que se acaba de oír. En la celebración de la Santa Misa la predicación está reservada al sacerdote o al diácono.

SANTO (lat. = santa). El «Sanctus» es una de las partes más antiguas de la Santa Misa. Se remonta al siglo VIII antes de Cristo (!) y no puede faltar nunca. Este canto se compone de la aclamación de los ángeles en Is 6,3 y de una exclamación de saludo referida a la presencia de Cristo en el salmo 118, 25s.

Texto del Santo:

Santo, santo, santo es el Señor,
Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.

Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en el nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

El "Santo" en a versión del Padre Néstor Gallego (Fiesta del Señor 2 - Signo producciones).




CONSAGRACIÓN (lat. consecratio consagración): Una consagración es la acción solemne de consagrar. Así, en la Santa Misa, son «consagrados» en la transubstanciación el pan y el vino y se transforman por ello en el Cuerpo y la Sangre de Cristo. También los obispos, presbíteros y diáconos son consagrados, así como objetos dedicados especialmente al servicio de Dios, como iglesias y altares.

TRANSUBSTANCIACIÓN (del lat. trans = a través, por encima, y substantia = esencia, substancia): Es un intento central de la Teología para explicar cómo puede estar Jesús presente en la Eucaristía bajo los dones del pan y el vino: Mientras que las «sustancias» (es decir, la esencia) de pan y vino se transforman, por la acción del Espíritu Santo en las palabras de la consagración, en el Cuerpo y la Sangre de Cristo, las formas externas (especies) se mantienen. Jesucristo está presente en lo que parece pan y vino, si bien de forma invisible y escondida, mientras se conserven las especies.


AGNUS DEI (lat. Cordero de Dios): El cordero de Dios de Éx 12, por cuyo sacrificio el pueblo de Israel fue liberado de la esclavitud de Egipto, lo tomó Juan el Bautista como imagen para referirse a Jesús (Jn 1, 29: “Éste es el Cordero de Dios...”): por Jesús, que es llevado al matadero como un cordero, somos liberados de los pecados y alcanzamos la paz con Dios. En la Eucaristía comienza con la invocación «Cordero de Dios» una oración litánica que pertenece a la Santa Misa desde el siglo VII.

Texto del AGNUS DEI:

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, danos la paz.

COMUNIÓN (lat. communio = comunidad, comunión): Con el término comunión nos referimos a la recepción del Cuerpo y la Sangre de Cristo en los dones transformados (consagrados) de pan y vino. Por lo general esto sucede durante la Santa Misa, en determinadas ocasiones puede darse también fuera
de ella, por ejemplo, en la comunión de los enfermos. la comunión sólo bajo la especie del pan es también una comunión plena en Cristo.

DOXOLOGÍA (del griego doxo gloria): Una doxología es el cierre formal y solemne de una oración, como el final de la Plegaria Eucarística, que dice: Por Cristo, con él y en él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos.

213.- ¿Qué elementos forman parte necesariamente de la Santa Misa?


213.- ¿Qué elementos forman parte necesariamente de la Santa Misa?

Toda Santa Misa (celebración eucarística) tiene dos partes principales: la liturgia de la Palabra y la liturgia eucarística en sentido estricto. [1346-1347]

En la liturgia de la Palabra escuchamos lecturas del Antiguo y del Nuevo Testamento, así como del Evangelio. Además hay lugar para la homilía y para la oración universal. En la liturgia eucarística que sigue se presentan pan y vino, son consagrados y se ofrecen a los fieles para la comunión.


En el nombre de Dios

Aquí estamos, Señor, en tu casa otra vez,
qué alegría volverte a encontrar.
Vamos a compartir y expresar nuestra fe
como hermanos en torno al altar.

En el nombre de Dios
vamos a celebrar,
el misterio de la salvación.
El Señor nos dará
su Palabra y su Pan;
es la fiesta del pueblo de Dios.

Partiremos tu pan, signo de comunión,
beberemos tu vino de amor,
y a la vez sellarás, con nosotros, Señor,
una alianza que viene de Dios.

Nos amaste, Señor, como nadie jamás,
nos da fuerza tu fidelidad.
En la mesa de Dios, hoy nos transformarás
en fermento de comunidad.


Letra y Música: Padre Néstor Gallego
Fiesta del Señor 2
Signo Producciones


212.- ¿Qué nombres hay para el banquete de Jesús con nosotros y qué significan?


212.- ¿Qué nombres hay para el banquete de Jesús con nosotros y qué significan?

L
os diferentes nombres señalan el misterio insondable: Santo Sacrificio, Santa Misa, Sacrificio de la misa, banquete del Señor, fracción del pan, asamblea eucarística, memorial de la Pasión, Muerte y Resurrección, santa y divina liturgia, santos misterios, santa comunión. [1328-1332]

Santo Sacrificio, Santa Misa, Sacrificio de la misa: el único sacrificio de Cristo, que completa y supera todos los sacrificios, se hace presente en la Eucaristía. La Iglesia y los creyentes se incluyen a sí mismos, con su entrega, en el sacrificio de Cristo. La palabra misa viene de la frase de despedida en latín, Ite, missa est, ¡Id, sois enviados!

Banquete del Señor: Cada celebración eucarística es aún hoy el mismo banquete que celebró Jesús con sus discípulos, y al mismo tiempo la anticipación del banquete que el Señor celebrará con los redimidos al final de los tiempos. No somos nosotros los hombres los que hacemos la celebración, es el Señor quien convoca a ella y está presente en ella de un modo misterioso.

Fracción del pan: la «fracción del pan» era un antiguo rito del banquete judío, que Jesús utilizó en la Última Cena para expresar su entrega «por nosotros» (Rom 8,32). En la «fracción del pan» lo reconocieron los discípulos después de la Resurrección. La comunidad primitiva llamaba «fracción del pan» a sus asambleas eucarísticas.

Asamblea eucarística: la celebración del banquete del Señor es también una asamblea de «acción de gracias», en la que la Iglesia encuentra su expresión visible.

Memorial de la Pasión, Muerte y Resurrección: En la Eucaristía la comunidad no se celebra a sí misma, sino que descubre y celebra siempre de nuevo la presencia del paso salvador de Cristo a través de la pasión y la muerte hasta la vida.

Santa y divina liturgia, santos misterios: En la celebración eucarística se unen la Iglesia celeste y terrestre en una única fiesta. Puesto que los dones eucarísticos en los que Cristo está presente son, por así decir, lo más santo en este mundo, son llamados también Santísimo Sacramento.

Santa Comunión: Dado que en la Santa Misa nos unimos con Cristo y por él unos con otros, se habla de la Santa Comunión.




211.- ¿Cuál es la importancia de la Eucaristía para la Iglesia?


211.- ¿Cuál es la importancia de la Eucaristía para la Iglesia?

L
a celebración de la Eucaristía es el centro de la comunidad cristiana. En ella la Iglesia se convierte en Iglesia. [1325]

No somos Iglesia porque colaboremos a su sostenimiento, porque nos llevemos bien unos con otros o porque casualmente hayamos caído en una comunidad, sino porque en la Eucaristía recibimos el Cuerpo de Cristo y continuamente somos transformados en el Cuerpo de Cristo.


No podemos separar nuestra vida de la Eucaristía. En el momento en el que, sin embargo, lo hacemos, algo se rompe. Las personas nos preguntan: «De dónde sacan las hermanas la alegría y la fuerza para hacer lo que hacen?». La Eucaristía no supone sólo el recibir; supone también el saciar el hambre de Cristo. Él dice: «Ven a mí!». Tiene hambre de almas.
Teresa de Calcuta



210.- ¿Cómo instituyó Jesús la Eucaristía?


210.- ¿Cómo instituyó Jesús la Eucaristía?

«Porque yo he recibido una tradición que procede del Señor y que a mi vez os he transmitido: Que el Señor Jesús, en la noche en que iba a ser entregado, tomó pan y, pronunciando la Acción de Gracias, lo partió y dijo: ‘Esto es mi cuerpo que se entrega por vosotros. Haced esto en memoria mía’. Lo mismo hizo con el cáliz, después de cenar, diciendo: ‘Este cáliz es la nueva Alianza en mi sangre; haced esto cada vez que lo bebáis, en memoria mía’» (1 Cor 11,23-25).

Este relato, el más antiguo acerca de los acontecimientos que tuvieron lugar en el Cenáculo, procede del apóstol Pablo, quien, sin ser testigo presencial, escribió lo que se conservaba como misterio sagrado en la joven comunidad cristiana y se celebraba en el culto divino.


209.- ¿Cuándo instituyó Jesús la Eucaristía?


209.- ¿Cuándo instituyó Jesús la Eucaristía?

Jesús instituyó la Sagrada Eucaristía
la víspera de su muerte, «en la noche en que iba a ser entregado» (1 Cor 11, 23), cuando reunió a su alrededor a los apóstoles en el Cenáculo de Jerusalén y celebró con ellos la Última Cena. [1323, 1337-1340] 


208.- ¿Qué es la Sagrada Eucaristía?


El Sacramento de la Eucaristía

208.- ¿Qué es la Sagrada Eucaristía?

La Sagrada Eucaristía es el sacramento en el que Jesús entrega por nosotros su Cuerpo y su Sangre: a sí mismo, para que también nosotros nos entreguemos a él con amor y nos unamos a él en la Sagrada Comunión. Así nos unimos al único Cuerpo de Cristo, la Iglesia. [1322, 1324, 1409]

Después del Bautismo y la Confirmación, la Eucaristía es el tercer sacramento de la iniciación cristiana. La Eucaristía es el centro misterioso de todos los sacramentos, porque el sacrificio histórico de Jesús en la Cruz se hace presente durante la transubstanciación de un modo oculto e incruento. De este modo la celebración eucarística es «la fuente y cima de toda la vida cristiana» (Concilio Vaticano II, Lumen Gentium, 11). A ella está orientado todo; más allá de ella no hay nada mayor que se pueda alcanzar. Cuando comemos el pan partido, nos unimos con el amor de Jesús, que entregó por nosotros su cuerpo en la Cruz; cuando bebemos del cáliz, nos unimos con aquel que en su entrega derramó incluso su Sangre. Nosotros no hemos inventado este rito. Jesús mismo celebró con sus discípulos la Última Cena y anticipó en ella su muerte; se dio a sus discípulos bajo los signos de pan y vino y exhortó a que, desde entonces, y después de su muerte, celebraran la Eucaristía: «Haced esto en memoria mía» (1 Cor 11,24).

Eucaristía (del griego eucharistia = acción de gracias): Eucaristía se denominaba originariamente la oración de acción de gracias, que en la celebración eucarística de la Iglesia primitiva precedía a la transformación del pan y el vino en el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Posteriormente se aplicó la palabra a toda la celebración de la Santa Misa.

“El verdadero efecto de la Eucaristía es la transformación del hombre en Dios”. Santo Tomás de Aquino





jueves, 23 de agosto de 2012

207.- ¿Quién puede administrar la Confirmación?


207.- ¿Quién puede administrar la Confirmación?

El Sacramento de la confirmación es administrado normalmente por el obispo. Si fuera necesario, el obispo puede encomendárselo a un sacerdote. En peligro de muerte cualquier sacerdote puede administrar la Confirmación. [1312-1314] 

miércoles, 22 de agosto de 2012

206.- ¿Quién puede ser confirmado y qué se exige a quien solicita la Confirmación?


206.- ¿Quién puede ser confirmado y qué se exige a quien solicita la Confirmación?

Todo cristiano católico que ha recibido el Sacramento del Bautismo y que está en «estado de gracia», puede ser admitido a la confirmación. [1306-1311, 1319]

Estar en «estado de gracia» quiere decir no haber cometido ningún pecado grave (pecado mortal). Por un pecado mortal el cristiano se separa de Dios y sólo puede ser reconciliado de nuevo con él mediante la Confesión. Un (niño o joven) cristiano que se prepara para recibir la Confirmación se encuentra en una de las fases más importantes de su vida. Por ello hará todo lo posible para comprender la fe con su corazón y con su inteligencia; pedirá el Espíritu Santo a solas y con otros; se reconciliará de varios modos consigo mismo, con las personas de su entorno y con Dios; aquí tiene su sentido la Confesión, que acerca también más a Dios aun cuando no se haya cometido ningún pecado grave. 

205.- ¿Qué sucede en la Confirmación?


205.- ¿Qué sucede en la Confirmación?

En la Confirmación el alma de un cristiano bautizado queda marcada con un sello indeleble que sólo se puede recibir una vez y que marca a esta persona para siempre como cristiano. El don del Espíritu Santo es la fuerza de lo alto en la que esta persona realiza la gracia de su Bautismo a través de su vida y es «testigo» de Cristo. [1302-1305, 1317]

Confirmarse quiere decir hacer un «contrato» con Dios. El confirmando dice: Sí, Dios mío, creo en ti. Dame el Espíritu Santo para pertenecerte totalmente, para no separarme nunca de ti y para dar testimonio de ti toda mi vida en cuerpo y alma, con hechos y palabras, en los días buenos y en los días malos. Y Dios dice: Sí, hijo mío, yo también creo en ti, y te concederé mi Espíritu, me doy yo mismo. Te perteneceré totalmente. No me separaré de ti nunca, ni en esta vida ni en la eterna. Estaré en tu cuerpo y en tu alma, en tus hechos y palabras. Incluso cuando tú me olvides, yo estaré ahí, tanto en los días buenos como en los malos.






204.- ¿Qué dice la Sagrada Escritura acerca del sacramento de la Confirmación?


204.- ¿Qué dice la Sagrada Escritura acerca del sacramento de la Confirmación?

Ya en el Antiguo Testamento el pueblo de Dios esperaba que el Espíritu Santo se derramaría sobre el Mesías. Jesús llevó una vida en un espíritu especial de amor y en total unión con su Padre del cielo. Este Espíritu de Jesús era el «Espíritu Santo» que anhelaba el pueblo de Israel; y era el mismo Espíritu que Jesús prometió a sus discípulos, el mismo Espíritu que descendió sobre los discípulos cincuenta días después de la Pascua, en la fiesta de Pentecostés. Y nuevamente
es el mismo Espíritu Santo de Jesús quien desciende sobre aquel que recibe el sacramento de la Confirmación. [1285-1288, 1315]

Ya en los Hechos de los Apóstoles, que se escribieron pocos decenios después de la muerte de Jesús, vemos a Pedro y a Juan en «viaje de Confirmación»; ambos imponen las manos a nuevos cristianos, que antes «sólo estaban bautizados en el nombre del Señor Jesús», para que su corazón se llene del Espíritu Santo.

Cuando los apóstoles, que estaban en Jerusalén, se enteraron de que Samaría había recibido la palabra de Dios, enviaron a Pedro y a Juan; ellos bajaron hasta allí y oraron por ellos para que recibieran el Espíritu Santo; pues aún no había bajado sobre ninguno; estaban sólo bautizados en el nombre del Señor Jesús. Hch 8, 14-16 

203.- ¿Qué es la Confirmación?


Sacramento de la Confirmación

203.- ¿Qué es la Confirmación?

La Confirmación es el sacramento que completa el Bautismo y en el que recibimos el don del Espíritu Santo. Quien 0pta libremente por una vida como hijo de Dios y bajo el signo de la imposición de las manos y la unción con el crisma pide el Espíritu de Dios, recibe la fuerza de ser testigo del amor y del poder de Dios con sus palabras y obras. Es entonces un miembro pleno y responsable de la Iglesia católica. [1285-1314]

Cuando un entrenador manda salir al campo a un futbolista, le pone la mano en el hombro y le da sus últimas instrucciones. Así se puede entender también la Confirmación. Entramos en el campo de la vida. Se nos imponen las manos. Por el Espíritu Santo sabemos lo que debemos hacer. Nos ha motivado profundamente. Su envío resuena en nuestros oídos. Sentimos su ayuda. No queremos decepcionar la confianza que ha puesto en nosotros y vamos a ganar el partido para él. Sólo tenemos que querer y escucharle.


CONFIRMACIÓN (del lat. confirmatio = fortalecimiento, consolidación): Junto con el Bautismo y la Eucaristía, la Confirmación es uno de los tres sacramentos de iniciación de la Iglesia católica. Así como en Pentecostés el Espíritu Santo descendió sobre la comunidad de los discípulos reunidos, el Espíritu Santo viene también sobre cada bautizado que pide a la Iglesia el don del Espíritu Santo. Este sacramento le afianza y le fortalece para dar testimonio con la vida en favor de Cristo.

CRISMA (del griego chrisma = óleo de unción, y christos = el ungido): El crisma es un óleo hecho con una mezcla de aceite de oliva y resma balsámica. En la mañana del Jueves Santo el obispo lo consagra, para que sea empleado en el Bautismo, la Confirmación y la ordenación de sacerdotes y obispos, así como para la consagración de altares y campanas. El aceite es símbolo de alegría, fuerza y salud. Las personas ungidas con el crisma deben difundir el «buen aroma de Cristo» (2 Cor 2,15). 

202.- ¿Porqué los cristianos deben procurar elegir en el Bautismo los nombres de grandes santos?


202.- ¿Porqué los cristianos deben procurar elegir en el Bautismo los nombres de grandes santos?

No hay mejores ejemplos que los santos y tampoco mejores intercesores. Si mi patrono es un santo, tengo un amigo junto a Dios. [2156-2159, 2165] 

201.- ¿Qué supone recibir un nombre en el Bautismo?


201.- ¿Qué supone recibir un nombre en el Bautismo?

Mediante el nombre que recibimos en el Bautismo nos dice Dios: «Te he llamado por tu nombre, tú eres mío» (Is 43,1). [2156-2159, 2165-2167]

En el Bautismo el hombre no se disuelve en una divinidad anónima, sino que es confirmado precisamente en su individualidad. Estar bautizado con un nombre determinado quiere decir que Dios me conoce; me dice sí y me acepta para siempre en mi unicidad inconfundible. 

200.- ¿Qué ocurre en el Bautismo?


200.- ¿Qué ocurre en el Bautismo?

En el Bautismo nos convertimos en miembros del Cuerpo de Cristo, en hermanos y hermanas de nuestro Salvador e hijos de Dios. Somos liberados del pecado, arrancados de la muerte y destinados desde ese instante a una vida en la alegría de los redimidos.
[1262-1274, 1279-1280]

Ser bautizado quiere decir que la historia de mi vida personal se sumerge en la corriente del amor de Dios. Dice el papa Benedicto XVI: «Nuestra vida pertenece a Cristo y ya no nos pertenece a nosotros. Acompañados por él, asumidos por él en su amor, estamos libres de todo temor. Él nos abraza y nos lleva allí donde vayamos; Él, que es la misma Vida» (07.04.2007). 

Bautismo en Massangena - Mozambique

199.- ¿Es realmente el Bautismo el único camino para la salvación?


199.- ¿Es realmente el Bautismo el único camino para la salvación?

Para todos los que han recibido el Evangelio y han conocido que Cristo es «el camino y la verdad y la vida» (Jn 14,6), el Bautismo es el único acceso a Dios y a la salvación. Al mismo tiempo es cierto, sin embargo, que Cristo murió por
todos los hombres. Por eso pueden salvarse también quienes no tuvieron oportunidad de conocer verdaderamente a Cristo ni la fe, pero, con la ayuda de la gracia, buscan a Dios con un corazón sincero y llevan una vida según su conciencia (el llamado Bautismo de deseo). [1257-1261, 1281, 1283]

Dios ha vinculado la salvación a los sacramentos. Por ello la Iglesia debe ofrecerlos incansablemente a los hombres. Abandonar la misión sería traicionar el encargo de Dios. Pero Dios mismo no está sujeto a los sacramentos. Allí donde la Iglesia —sea por su culpa o sea por otras razones— no llega o no tiene éxito, Dios mismo abre a los hombres otros caminos para la salvación en Cristo.

198.- ¿Quién puede administrar el Bautismo?


198.- ¿Quién puede administrar el Bautismo?

Normalmente es el obispo, un presbítero, un diácono quien administra el Sacramento del Bautismo. En caso de necesidad, cualquier cristiano, e incluso cualquier persona, puede bautizar, siempre que derrame agua sobre la cabeza del candidato diciendo: «Yo te bautizo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo». [1256, 1284]

El Bautismo es tan importante que incluso un no cristiano puede bautizar. Sólo tiene que tener la intención de hacer lo que hace la Iglesia cuando bautiza. 

197.- ¿Por qué mantiene la Iglesia la práctica del Bautismo de niños?


197.- ¿Por qué mantiene la Iglesia la práctica del Bautismo de niños?

L
a Iglesia mantiene desde tiempos inmemoriales el Bautismo de los niños. Para ello hay una única razón: antes de que nosotros optemos por Dios, Dios ya ha optado por nosotros. El Bautismo es, por tanto, una gracia, un regalo inmerecido de Dios, que nos acepta incondicionalmente. Los padres creyentes que quieren lo mejor para su hijo, quieren también el Bautismo, en el cual el niño es arrancado del influjo del pecado original y del poder de la muerte. [1250, 1282]

El Bautismo de niños supone que los padres cristianos educan al niño bautizado en la fe. Es una injusticia privar al niño del Bautismo por una liberalidad mal entendida. Lo mismo que no se puede privar al niño del amor, para que después pueda él mismo decidirse por el amor, sería una injusticia si los padres creyentes privaran a su hijo de la gracia de Dios recibida en el Bautismo. Así como todo ser humano nace con la capacidad de hablar, pero debe aprender a hablar, igualmente todo hombre nace con la capacidad de creer, pero debe aprender a conocer la fe. No obstante, no se puede imponer el Bautismo a nadie. Si se recibe el Bautismo de niño, hay que «ratificarlo» después personalmente a lo largo de la vida; es decir, hay que decir «sí» al Bautismo para que éste dé fruto. 

miércoles, 15 de agosto de 2012

196.- ¿Quién puede ser bautizado y qué se le exige a un candidato al Bautismo?


196.- ¿Quién puede ser bautizado y qué se le exige a un candidato al Bautismo?

Cualquier persona que no esté aún bautizada puede recibir el Bautismo. La única condición para el Bautismo es la fe, que debe ser confesada públicamente en la celebración del sacramento. [1246-1254]

Quien se vuelve al Cristianismo cambia no sólo su concepción del mundo. Entra en un camino de aprendizaje (catecumenado) en el que llega a ser, mediante la conversión personal, pero sobre todo por el don del Bautismo, un hombre nuevo. Ahora es un miembro vivo del Cuerpo de Cristo.

CATECUMENADO: (del griego kat’echein enseñar, hacer oír para atraer): Especialmente en la antigua Iglesia los candidatos al Bautismo de adultos pasaban por un tiempo de preparación en tres etapas, el catecumenado, durante el cual eran instruidos en la doctrina de la fe, paso a paso eran autorizados a participar en las celebraciones de la Palabra, hasta que finalmente eran admitidos también a la celebración de la eucaristía. 

195.- ¿Cómo se administra el Bautismo?


195.- ¿Cómo se administra el Bautismo?

La forma clásica de administrar el Bautismo es sumergir al bautizando tres veces en el agua. No obstante, en la mayoría de los casos se derrama tres veces agua sobre la cabeza, al tiempo que quien administra el sacramento dice: «N., yo te bautizo en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo». [1229-1245, 1278]

El agua simboliza purificación y nueva vida, lo que ya se expresaba en el bautismo de conversión de Juan el  Bautista. El Bautismo que se administra con agua en «nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo» es más que un signo de conversión y penitencia, es nueva vida en Cristo. Por eso se añaden también los signos de la unción, la vestidura blanca y la vela del bautismo. 


194.- ¿Qué es el Bautismo?


El Sacramento del Bautismo

194.- ¿Qué es el Bautismo?

El Bautismo es el camino que lleva desde el reino de la muerte a la Vida; la puerta de entrada a la Iglesia y el comienzo de una comunión permanente con Dios. [1213-1216, 1276-1278]

El Bautismo es el sacramento fundamental y la condición previa de todos los demás sacramentos. Nos une a Jesucristo, nos introduce en su muerte salvífica en la Cruz, y por ello nos libera del poder del pecado original y de todos los pecados personales y nos permite resucitar con él a una vida sin fin. Puesto que el Bautismo es una alianza con Dios, el hombre debe dar su «sí» a Dios. En el bautismo de niños los padres confiesan la fe en representación de su hijo.


193.- ¿Hay una lógica interna que vincule entre sí a los sacramentos?


193.- ¿Hay una lógica interna que vincule entre sí a los sacramentos?

Todos los sacramentos son un encuentro con Cristo, que es él mismo el sacramento original. Hay sacramentos de la Iniciación, que introducen en la fe: Bautismo, Confirmación y Eucaristía. Hay sacramentos de curación: Penitencia y Unción de enfermos. Y hay sacramentos que están al servicio de la comunión y misión de los fletes: Matrimonio y Orden. [1210-1211]

El Bautismo vincula a Cristo. La Confirmación nos concede su Espíritu Santo. La Eucaristía nos hace uno con él. La Penitencia nos reconcilia con Cristo. Mediante la Unción de los enfermos es Cristo quien cura, fortalece y consuela. En el sacramento del Matrimonio Cristo promete su amor en nuestro amor y su fidelidad en nuestra fidelidad. Mediante el sacramento del Orden los sacerdotes son capacitados para perdonar pecados y celebrar la Santa Misa.

Iniciación: (del lat. ¡nitium comienzo): Designa la introducción e integración de alguien de fuera en una comunidad ya constituida. 

192.- ¿Puede la Iglesia cambiar o renovar también la liturgia?


192.- ¿Puede la Iglesia cambiar o renovar también la liturgia?

Hay elementos modificables e invariables en la liturgia. Es invariable todo lo que es de origen divino, como por ejemplo las palabras de Jesús en la Última Cena. Junto a esto hay partes variables, que la Iglesia en ocasiones incluso debe cambiar. El misterio de Cristo debe ser anunciado, celebrado y vivido en todo tiempo y en todas partes. Por ello la liturgia debe corresponder al espíritu y a la cultura de cada pueblo. [1200-1209]

Jesús llega a todo el hombre: a su espíritu e inteligencia, a su corazón y su voluntad. Justamente eso es lo que quiere hacer él hoy en la liturgia. Por eso la liturgia tiene en África rasgos diferentes a los de Europa, en las residencias de ancianos diferentes a los de las Jornadas Mundiales de la Juventud, y en las comunidades parroquiales tiene un rostro diferente al de los monasterios. Pero debe permanecer reconocible que es la única liturgia de toda la Iglesia universal. 

viernes, 10 de agosto de 2012

191.- ¿Qué lugares litúrgicos caracterizan una casa de Dios?


191.- ¿Qué lugares litúrgicos caracterizan una casa de Dios?

L
os lugares principales de una iglesia son el altar con la cruz, el tabernáculo, la sede del celebrante, el ambón, la pila bautismal y el confesionario. [1182-1188]

El altar es el centro de la iglesia. Sobre él se hace presente el sacrificio de la Cruz y la Resurrección de Jesús en la celebración de la Eucaristía. Es también la mesa a la que es invitado el Pueblo de Dios. El tabernáculo, una especie de caja fuerte sagrada, alberga, en un lugar lo más digno posible y destacado de la iglesia, el Pan eucarístico en el que está presente el mismo Señor. La lamparilla del sagrario señala que el tabernáculo está «habitado». Si no está encendida, es que el tabernáculo está vacío. La sede elevada (en latín cathedra) del obispo o del sacerdote debe indicar que es en definitiva Cristo quien preside a la comunidad. El ambón (del griego anabainein = ascender), el atril para la lectura de la Palabra de Dios, debe permitir reconocer el valor y la dignidad de las lecturas bíblicas como palabra del Dios vivo. En la pila bautismal se bautiza y la pila de agua bendita debe recordarnos nuestras promesas bautismales. El confesionario o sala penitencial está para poder reconocer la culpa y recibir el perdón. 

ALTAR
SAGRARIO
AMBON
PILA BAUTISMAL

190.- ¿Qué es una casa de Dios cristiana?


190.- ¿Qué es una casa de Dios cristiana?

Una casa de Dios cristiana es tanto un símbolo de la comunidad eclesial de las personas de un lugar concreto, como un símbolo de las moradas celestes que Dios nos tiene preparadas a todos nosotros. Nos reunimos en la casa de Dios para orar en comunidad o a solas y para celebrar los sacramentos, especialmente la eucaristía. [1179-1186, 1197-1199]

«Aquí huele a cielo»; «Aquí uno está en silencio y reverentemente». Algunas iglesias nos envuelven literalmente en una atmósfera densa de oración. Sentimos que Dios está presente en ellas. La hermosura de las iglesias nos remite a la hermosura, la grandeza y el amor de Dios. Las iglesias no son sólo mensajeros en piedra de la fe, sino residencias de Dios, que en el Sacramento del altar está ahí real, verdadera y sustancialmente presente. 

PARROQUIA NTRA. SRA. DEL HUERTO (MAR DEL PLATA)

189.- ¿Cómo marca la liturgia los espacios en los que vivimos?


189.- ¿Cómo marca la liturgia los espacios en los que vivimos?

Con su victoria, Cristo ha penetrado todos los espacios del mundo. Él mismo es el verdadero templo, y la adoración a Dios «en espíritu y verdad» (Jn 4,24) no está sujeta ya a ningún lugar especial. Sin embargo, el mundo cristiano está lleno de iglesias y signos sagrados porque las personas necesitan lugares concretos para encontrarse y signos para recordar la nueva realidad. Cada iglesia es un símbolo de la casa celestial del Padre hacia la cual estamos en camino. [1179-1181, 1197-1198]

Ciertamente se puede rezar en cualquier lugar: en el bosque, en la playa, en la cama. Pero dado que los hombres no somos únicamente espirituales, sino que tenemos un cuerpo, tenemos que vernos, oírnos y sentirnos. Necesitamos tener un lugar concreto cuando queremos encontrarnos para ser «Cuerpo de Cristo»; necesitamos arrodillamos, cuando queremos adorar a Dios; necesitamos comer el pan eucarístico allí donde es ofrecido; debemos ponernos físicamente en movimiento cuando Él nos llama. Un crucero en el camino nos recuerda a quién pertenece el mundo y hacia dónde se dirigen nuestros pasos. 


188.- ¿Qué es la liturgia de las Horas?


188.- ¿Qué es la liturgia de las Horas?

La liturgia de las Horas es la oración general y pública de la Iglesia. Textos bíblicos introducen al orante cada vez más profundamente en el misterio de la vida de Jesucristo. De este modo, en todo el mundo, en cada hora del día, se da al Dios trino espacio para transformar paso a paso al orante y al mundo. No sólo los presbíteros y los monjes rezan la liturgia de las Horas. Muchos cristianos para quienes la fe es importante unen su voz a la invocación de miles y miles, que se eleva a Dios desde todos los lugares del mundo. [1174-1178, 1196]

L
as siete horas litúrgicas son como un vocabulario de oración de la Iglesia, que nos suelta la lengua también cuando la alegría, la preocupación o el miedo nos dejan sin palabras. Una y otra vez nos asombramos al rezar la liturgia de las Horas: una frase, un texto entero concuerdan «casualmente» de forma exacta con mi situación. Dios escucha cuando le llamamos. Nos responde en estos textos, a veces de un modo tan concreto que causa estupor. No obstante muchas veces nos exige largos penados de silencio y de sequedad, en espera de nuestra fidelidad.


187.- ¿Cuál es la importancia del domingo?


187.- ¿Cuál es la importancia del domingo?

El domingo es el centro del tiempo cristiano, porque en el domingo celebramos la Resurrección de Jesucristo y cada domingo es una fiesta de Pascua en pequeño. [1163-1167, 1193]

Si el domingo es menospreciado o eliminado sólo quedan días laborables en la semana. El hombre, que ha sido creado para la alegría, acaba como animal de trabajo y consumiste idiotizado. En la tierra debemos aprender a celebrar como es debido, de lo contrario no sabremos qué hacer con el cielo. En el cielo se da el domingo sin fin.