miércoles, 3 de julio de 2013

385.- ¿Se puede investigar con embriones vivos o con células madre embrionarias?

385.- ¿Se puede investigar con embriones vivos o con células madre embrionarias?

No. Los embriones son seres humanos, porque la vida humana comienza con la unión del espermatozoide y el óvulo. [2275, 2323]


Considerar a los embriones material biológico, «producirlos» y «consumir» sus células madre para fines de investigación es absolutamente inmoral y entra dentro de la prohibición de matar. Merecen un juicio diferente las investigaciones con células madre adultas. Porque éstas no provienen de incipientes seres humanos a los que se elimina. Las intervenciones médicas sobre un embrión sólo son responsables si tienen como fin la curación, mientras se garantice en ellas la vida y el desarrollo íntegro del niño, y si el riesgo que comporta la intervención no es desproporcionadamente alto.

384.- ¿Se puede abortar a un niño con minusvalías?

384.- ¿Se puede abortar a un niño con minusvalías?


No. Abortar a un niño con minusvalías es siempre un crimen grave, incluso cuando se aduce el motivo de ahorrarle a esta persona un sufrimiento en el futuro.

383.- ¿Por qué no es aceptable el aborto en ninguna fase del desarrollo del embrión?

383.- ¿Por qué no es aceptable el aborto en ninguna fase del desarrollo del embrión?

La vida donada por Dios es propiedad directa de Dios; es sagrada desde el primer momento y escapa a toda intervención humana. «Antes de formarte en el vientre, te elegí; antes de que salieses del seno materno, te consagré» (Jer 1,5). [2270-2274, 2322]


Sólo Dios es señor de la vida y de la muerte. Ni siquiera «mi» vida me pertenece en exclusiva. Todo niño tiene derecho a la vida desde su concepción. Desde el principio el ser humano que va a nacer es una persona independiente, cuyo ámbito de derechos no puede ser invadido por nadie externo a él, ni el Estado, ni un médico, ni siquiera su madre. La claridad de la Iglesia en este punto no es ausencia de misericordia; más bien quiere señalar el daño irreparable que se causa al niño inocente a quien se da muerte, a sus padres y a toda la sociedad. Proteger la vida humana inocente es uno de los deberes más nobles del Estado. Si el Estado se sustrae a esta obligación, socava él mismo los cimientos del Estado de derecho.


382.- ¿Está permitida la eutanasia?

382.- ¿Está permitida la eutanasia?

La eutanasia en sentido propio, es decir, toda acción u omisión que por su naturaleza y en la intención causa la muerte con el fin de eliminar cualquier dolor, constituye siempre un homicidio, gravemente contrario a la ley de Dios. [2277-2279]


En cambio, no son eutanasia propiamente dicha y, por tanto, son moralmente aceptables la administración adecuada de calmantes (aunque ello tenga como consecuencia el acortamiento de la vida) o la renuncia a terapias desproporcionadas (al llamado encarnizamiento terapéutico), que retrasan forzadamente la muerte a costa del sufrimiento del moribundo y de sus familiares. La muerte no debe ser causada, pero tampoco absurdamente retrasada. Aunque la muerte se considere inminente, los cuidados ordinarios debidos a una persona enferma no pueden ser legítimamente interrumpidos. La legalización de la eutanasia es inaceptable no sólo porque supondría la legitimación de un grave mal moral, sino porque crearía una intolerable presión social sobre los ancianos, discapacitados o incapacitados y todos aquellos cuyas vidas pudieran ser consideradas por alguien como de «baja calidad» y/o como una carga social. Los cuidados paliativos constituyen una forma privilegiada de la caridad desinteresada. Por eso, deben ser promovidos.

381.- ¿Por qué se opone la Iglesia a la pena de muerte?

381.- ¿Por qué se opone la Iglesia a la pena de muerte?

La Iglesia es contraria a la pena de muerte porque es «tan cruel como innecesaria» (beato Juan Pablo II, St. Louis, 27.01.1999). [2266-2267]


Todo Estado de derecho tiene por principio también el deber de castigar proporcionadamente. En la encíclica Evangelium Vitae (1995) el Papa no dice ciertamente que la aplicación de la pena de muerte sea en todos los casos una pena inaceptable y desproporcionada. Quitar la vida a un criminal es una medida extrema, a la que un Estado sólo debe recurrir en «casos de absoluta necesidad». Esta necesidad se da cuando la sociedad humana no se puede defender más que con la muerte del reo. Pero estos casos, dice beato Juan Pablo II, «son ya muy raros, por no decir prácticamente inexistentes». 

380.- ¿Por qué, sin embargo, se debe aceptar la muerte del otro en el caso de legítima defensa?

380.- ¿Por qué, sin embargo, se debe aceptar la muerte del otro en el caso de legítima defensa?

Quien ataca la vida de otros puede y debe ser frenado, en caso necesario mediante la muerte del agresor.   [2263- 2265,2321]


La legítima defensa no es sólo un derecho; puede ser incluso un deber grave para quien es responsable de la vida de otros. No obstante, las medidas de legítima defensa no deben recurrir a medios abusivos ni ser desproporcionadamente violentas.

379.- ¿Qué acciones están prohibidas por el precepto de no matar?

379.- ¿Qué acciones están prohibidas por el precepto de no matar?

Están prohibidos el asesinato y la cooperación en el mismo. Está prohibido el asesinato en la guerra. Está prohibido el aborto de un ser humano desde su concepción. Están prohibidos el suicidio, la automutilación y la autodestrucción. También está prohibida la eutanasia, es decir, poner fin a la vida de personas disminuidas, enfermas o moribundas. [2268-2283,2322-2325]


Hoy se infringe a menudo la prohibición de matar por motivos aparentemente humanos. Pero ni la eutanasia ni el aborto son soluciones humanas. Por eso la postura de la Iglesia ante estas cuestiones es de una claridad meridiana. Todo aquel que procure un aborto, ejecutándolo directamente o prestando su colaboración necesaria, si el aborto se produce, está automáticamente excomulgado. Cuando se suicida una persona mentalmente enferma, su responsabilidad está no pocas veces disminuida y con mucha frecuencia totalmente anulada.

378.- ¿Por qué no se puede disponer de la propia vida ni de la de los demás?

Quinto Mandamiento:
No matarás

378.- ¿Por qué no se puede disponer de la propia vida ni de la de los demás?

Sólo Dios es señor de la vida y de la muerte. Excepto en caso de legítima defensa o de auxilio necesario nadie puede matar a una persona. [2258 - 2262, 2318-2320]


Atentar contra la vida es un crimen ante Dios. La vida humana es sagrada, es decir, pertenece a Dios, es su propiedad. Incluso nuestra propia vida únicamente nos está confiada. Dios mismo nos ha dado la vida; sólo él puede tomarla de nuevo. En el libro del Éxodo se dice literalmente: «No matarás» (Éx 20,13).

377.- ¿Cuándo hay que negar la obediencia al Estado?

377.- ¿Cuándo hay que negar la obediencia al Estado?

Nadie debe seguir las prescripciones de las autoridades civiles que son contrarias a las leyes de Dios. [2242- 2246, 2256-2257]


Fue el apóstol Pedro quien llamó a una obediencia sólo relativa frente al Estado: «Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres» (Hch 5,29). Si, por ejemplo, un Estado impone regulaciones racistas, sexistas o que destruyen la vida, un cristiano está obligado en conciencia a rechazar la obediencia, a negarse a participar y a oponer resistencia.

376.- ¿Qué obligaciones tienen los ciudadanos con el Estado?

376.- ¿Qué obligaciones tienen los ciudadanos con el Estado?

Todo ciudadano tiene la obligación de cooperar lealmente con los organismos estatales y contribuir al Bien común en verdad, justicia, libertad y solidaridad. [2238-2246]


Un cristiano debe también amar a su patria, defenderla de formas diversas en caso de necesidad y ponerse con gusto al servicio de las instituciones estatales. Debe ejercer el derecho activo y pasivo al voto y no sustraerse al pago justo de impuestos. Sin embargo, al ciudadano individual le queda un ámbito libre dentro del Estado, contemplado por los derechos fundamentales elementales: tiene derecho a ejercer una crítica constructiva del Estado y de sus organismos. El Estado existe para los hombres, no el hombre para el Estado.

375.- ¿Cómo se ejerce correctamente la autoridad?

375.- ¿Cómo se ejerce correctamente la autoridad?

La autoridad se ejerce correctamente cuando, siguiendo el ejemplo de Jesús, se entiende como servicio. Jamás debe ser arbitraria. [2234-2237, 2254]


Jesús nos ha mostrado de una vez para siempre cómo se debe ejercer la autoridad. Él, la mayor autoridad, sirvió y se colocó en el último lugar. Incluso lavó los pies a sus discípulos (Jn 13,1-20). A los padres, sacerdotes, profesores, educadores y superiores, su autoridad les viene de Dios, no para dominar a los que les están confiados, sino para que entiendan y ejerzan su tarea de dirección y educación como servicio.

lunes, 1 de julio de 2013

374.- ¿Por qué es Dios más importante que la familia?

374.- ¿Por qué es Dios más importante que la familia?

El hombre no puede vivir sin relaciones. La relación más importante del hombre es la que tiene con Dios. Tiene prioridad sobre todas las relaciones humanas, incluidas las familiares. [2232-2233]


Los hijos no pertenecen a sus padres ni los padres a sus hijos. Toda persona pertenece directamente a Dios. Sólo con Dios existe un vínculo absoluto y perpetuo. Así se comprende la palabra de Jesús a quienes son llamados: «El que quiere a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; el que quiere a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí» (Mt 10,37). Por ello los padres deben poner a sus hijos en manos de Dios, llenos de confianza. Cuando el Señor los llame a una vida de entrega en una comunidad religiosa o como presbíteros.

373.- ¿Cómo debe una familia vivir la fe en común?

373.- ¿Cómo debe una familia vivir la fe en común?

Una familia cristiana debe ser una Iglesia en pequeño. Todos los miembros cristianos de una familia están invitados a fortalecerse mutuamente en la fe y a aventajarse unos a otros en el celo por Dios. Deben rezar unos por otros y conjuntamente y realizar en común obras de amor al prójimo. [2226-2227]


Los padres responden con su fe por sus hijos, los llevan a bautizar y les sirven como modelos en la fe. Esto significa que los padres deben hacer todo lo posible para que los hijos experimenten que vivir en la presencia y cercanía de Dios es valioso y benéfico. Ciertamente, en algún momento, los padres aprenderán de la fe de sus hijos y escucharán cómo Dios habla por medio de ellos, porque con frecuencia la fe de las personas jóvenes se caracteriza por una mayor entrega y «porque muchas veces el Señor revela al más joven lo que es mejor» (san Benito, Regla, cap. 3, 3).

372.- ¿Cómo respetan los padres a sus hijos?

372.- ¿Cómo respetan los padres a sus hijos?

Dios ha confiado los hijos a sus padres, para que sean modelos estables y justos para ellos, los amen, los respeten y hagan todo lo necesario para que puedan desarrollarse corporal y espiritualmente. [2221-2231]


Los hijos son don de Dios y no propiedad de los padres. Antes de ser hijos de sus padres, son hijos de Dios. La obligación más noble de los padres es regalar a sus hijos la Buena Nueva y transmitirles la fe cristiana. 

371.- ¿Cómo respeta un hijo a sus padres?

371.- ¿Cómo respeta un hijo a sus padres?

Un hijo respeta y honra a sus padres manifestándoles amor y agradecimiento. [2214-2220,2251]


Los hijos deben estar agradecidos a sus padres ya sólo por el hecho de haber recibido la vida por medio del amor de sus padres. Este agradecimiento establece una relación de amor, respeto, responsabilidad y obediencia rectamente entendida, a lo largo de la vida. Especialmente en momentos de necesidad, enfermedad y vejez, deben los hijos prestar ayuda a sus padres con cariño y fidelidad.

370.- ¿Por qué debe el Estado proteger y potenciar a las familias?

370.- ¿Por qué debe el Estado proteger y potenciar a las familias?

El bienestar y el futuro de un Estado dependen de que la unidad más pequeña que existe dentro de él, la familia, pueda vivir y desarrollarse. [2209-2213, 2250]


Ningún Estado tiene derecho a inmiscuirse en la célula originaria de la sociedad, la familia, y negarle el derecho a la existencia. Ningún Estado tiene derecho a definir la familia de forma diferente a la que corresponde a su misión creatural. Ningún Estado tiene derecho a privar a la familia de sus derechos fundamentales, especialmente en el ámbito de la educación. Por el contrario, el Estado tiene la obligación de apoyar de manera eficaz a las familias y protegerlas en lo tocante a sus necesidades materiales.

369.- ¿Por qué son insustituibles las familias?

369.- ¿Por qué son insustituibles las familias?

Todo hijo proviene de un padre y una madre y necesita el calor y la seguridad de una familia para crecer protegido y feliz. [2207-2208]


La familia es la célula original de la sociedad humana. Los valores y principios que se viven en el pequeño ámbito familiar hacen posible la vida social solidaria en un ámbito mayor. 

368.- ¿Qué lugar ocupa la familia en el plan creador de Dios?

368.- ¿Qué lugar ocupa la familia en el plan creador de Dios?

Un hombre y una mujer unidos en matrimonio forman con sus hijos una familia. Dios quiere que del amor de los padres, en la medida de lo posible, procedan los hijos. Los hijos, que están confiados a la protección y cuidado de sus padres, tienen la misma dignidad que sus padres. [2201-2206, 2249]


Dios mismo es comunidad en su interior. En el ámbito humano la familia es el prototipo de la comunidad. La familia es una escuela única de una vida plena de relaciones. Los niños no crecen en ningún otro lugar mejor que en una familia intacta, en la que se viven el  afecto cordial, el respeto mutuo y la responsabilidad recíproca. Finalmente en la familia también crece la fe; la familia, como dice la Iglesia, es una Iglesia en pequeño, una «iglesia doméstica», cuya irradiación debe invitar a otros a la comunión de la fe, la esperanza y la caridad.

367.- ¿A quién se refiere el cuarto mandamiento y qué nos exige?

El Cuarto Mandamiento: Honrarás a tu Padre y a tu Madre

367.- ¿A quién se refiere el cuarto mandamiento y qué nos exige?

El cuarto mandamiento se refiere en primer lugar a los padres, pero también a las personas a quienes debemos nuestro bienestar, nuestra seguridad y nuestra fe. [2196-2200,2247-2248]


Lo que debemos en primer lugar a nuestros padres, es decir, amor, agradecimiento y respeto, tiene que regular también nuestra relación con las personas que nos dirigen y están a nuestro servicio. Hay muchas personas que representan para nosotros una autoridad natural y buena, otorgada por Dios: padres adoptivos o de acogida, parientes mayores y antepasados, educadores, maestros, empleadores, superiores. A ellos debemos honrarlos justamente en el cuarto mandamiento. Este mandamiento nos indica incluso, en un sentido más amplio, nuestras obligaciones ciudadanas frente al Estado.

366.- ¿Por qué es importante que el Estado proteja el domingo?

366.- ¿Por qué es importante que el Estado proteja el domingo?

El domingo es un verdadero servicio para el bienestar de la sociedad, porque es un signo de la resistencia a que el hombre sea totalmente acaparado por el mundo del trabajo. [2188,2192-2193]


Por ello los cristianos, en los países de tradición cristiana, no sólo reclaman la protección estatal del domingo, sino que no exigen a otros que realicen el trabajo que ellos no quieren hacer en domingo. Todos deben tomar parte en el «respiro» de la Creación.

365.- ¿Cómo convierten los cristianos el domingo en el «día del Señor»?

365.- ¿Cómo convierten los cristianos el domingo en el «día del Señor»?

Un católico asiste el domingo o la víspera del domingo a la Santa Misa. En ese día se abstiene de todas la tareas que le impiden la adoración de Dios y que perturben al carácter de la fiesta, la alegría, la paz y el descanso. [2177-2186, 2192-2193]


Dado que el domingo es una fiesta de Pascua que se repite cada semana, desde los primeros tiempos los cristianos se reúnen en ese día para celebrar a su Redentor, darle gracias y unirse con él y con los demás redimidos. Por eso es un objetivo central de todo cristiano consciente el «santificar» el domingo y las demás fiestas de la Iglesia. Sólo está dispensado quien tiene necesidades familiares urgentes o está obligado por tareas de importancia social. Puesto que la participación en la Eucaristía dominical es fundamental para la vida cristiana, la Iglesia declara como pecado grave el hecho de no asistir a misa sin tener un motivo justificado.


364.- ¿Por qué los cristianos sustituyeron el sábado por el domingo?

364.- ¿Por qué los cristianos sustituyeron el sábado por el domingo?

Los cristianos han reemplazado la fiesta del sábado por la fiesta del domingo porque Jesucristo resucitó de entre los muertos en domingo. Pero el «día del Señor» asume en sí elementos del sábado. [2174-2176,2190-2191]

De este modo el domingo cristiano tiene tres elementos esenciales:

1. Nos recuerda la Creación del mundo e introduce el resplandor festivo de la bondad de Dios en el tiempo;
2. Nos recuerda el «octavo día de la Creación», cuando el mundo se renovó en Cristo (como dice una oración de la noche de Pascua, «Oh! Dios, que con acción maravillosa creaste al hombre y con mayor maravilla lo redimiste»);

3. Retoma el motivo del descanso, pero no sólo para santificar la interrupción del trabajo, sino para indicar ya desde ahora el descanso eterno del hombre en Dios.


363.- ¿Cómo trata Jesús el sábado?

363.- ¿Cómo trata Jesús el sábado?

Jesús respeta el Sábado, pero al mismo tiempo se comporta de un modo extremadamente libre y soberano ante él: «El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado» (Mc 2,27). [2173]


El hecho de que Jesús reivindique poder curar en sábado e interpretar el mandato del sábado de forma misericordiosa pone a sus contemporáneos judíos ante la opción: o bien Jesús es el Mesías enviado por Dios, y entonces es el «señor del sábado» (Mc 2,28), o bien es sólo un hombre más, entonces su comportamiento ante el sábado es un pecado contra la ley.

362.- ¿Por qué se celebra el sábado en Israel?

Tercer Mandamiento: Santificarás las Fiestas

362.- ¿Por qué se celebra el sábado en Israel?

El Sábado es para el pueblo de Israel el gran signo que le recuerda a Dios, el Creador y el liberador. [2168-2172,2189]


El Sábado recuerda, por un lado, el séptimo día de la Creación en el que se dice que Dios «descansó y tomó respiro» (Éx 31,17), en cierto modo como autorización a todos los hombres para interrumpir el trabajo y recobrar el aliento. Incluso a los siervos se les debe permitir celebrar el sábado. Esto recuerda el otro gran memorial, la liberación de Israel de la esclavitud de Egipto: «Recuerda que fuiste esclavo en la tierra de Egipto» (Dt 5,15). El sábado es por tanto una fiesta de la liberación humana, el sábado se puede tomar respiro, en él se suspende la división del mundo en señores y siervos. En el judaísmo tradicional este día de la libertad y del descanso es considerado también como una especie de anticipo del mundo futuro. 

361.- ¿Qué significa para el cristiano recibir en el Bautismo un determinado nombre?

361.- ¿Qué significa para el cristiano recibir en el Bautismo un determinado nombre?

«En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo» el hombre es bautizado con un nombre. El nombre y el rostro son los que hacen único al hombre, también y finalmente ante Dios. «No temas, que te he redimido, te he llamado por tu nombre, tú eres mío». (Is 43,1). [2158]


Los cristianos tratan con respeto el nombre de cada persona, porque el nombre está profundamente unido a la identidad y a la dignidad del hombre. Desde antiguo los cristianos buscan para sus hijos un nombre en la lista de los santos; lo hacen en la creencia de que el patrono es un modelo para ellos e intercede de modo especial por ellos ante Dios. 

360.- ¿Qué significa la señal de la Cruz?

360.- ¿Qué significa la señal de la Cruz?

Mediante la señal de la Cruz nos ponemos bajo la protección de la Santísima Trinidad. [2157,2166]


Al comenzar el día, al comenzar una oración, pero también al comenzar una empresa importante, el cristiano se pone bajo el signo de la Cruz y comienza su tarea con ello «en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo». Esta invocación del nombre del Dios trino, que nos rodea por todas partes, santifica los asuntos que emprendemos; nos otorga bendición y nos fortalece ante las dificultades y tentaciones.