viernes, 12 de abril de 2013

284.- ¿Por qué son tan importantes las bienaventuranzas?


284.- ¿Por qué son tan importantes las bienaventuranzas?

Quien anhela el reino de Dios tiene en cuenta la lista de prioridades de Jesús: las bienaventuranzas. [1716-1717, 1725-1726]

Comenzando por Abraham, Dios ha hecho promesas a su pueblo. Jesús las retoma, amplía su validez hasta el cielo y las convierte en su propio programa de vida: el Hijo de Dios se hace pobre para compartir nuestra pobreza, se alegra con los que están alegres y llora con los que lloran (Rom 12,15); no recurre a la violencia, sino que ofrece la otra mejilla (Mt 5,39); tiene misericordia, siembra la paz y con ello muestra el camino más seguro hacia el cielo.



Dios quiere que seamos felices. Pero ¿dónde está la fuente de esta esperanza? Está en la comunión con Dios, que vive en el fondo del alma de cada persona. Hermano Roger Schutz

El hombre que se abandona totalmente en manos de Dios no se convierte en una marioneta de Dios, en una persona aburrida y conformista; no pierde su libertad. Sólo el hombre que confía plenamente en Dios encuentra la verdadera libertad, la gran amplitud creadora de la libertad para el bien. El hombre que se dirige a Dios no se hace más pequeño, sino más grande, pues gracias a Dios y juntamente con él se hace grande, divino, llega a ser verdaderamente él mismo. Benedicto XVI, 08.12.2005

No hay comentarios:

Publicar un comentario