lunes, 18 de junio de 2012

097.- ¿Son culpables los judíos de la muerte de Jesús?


97.- ¿Son culpables los judíos de la muerte de Jesús?

Nadie puede atribuir a «los judíos» una culpa colectiva en la muerte de Jesús. Lo que la Iglesia confiesa con certeza, por el contrario, es la responsabilidad de todos los pecadores en la muerte de Jesús. [597-598]

El anciano profeta Simeón predijo que Jesús llegaría a ser «signo de contradicción» (Lc 2,34b). Existió el rechazo decidido de Jesús por parte de las autoridades judías, pero entre los fariseos, por ejemplo, hubo también partidarios secretos de Jesús, como Nicodemo y José de Arimatea. En el proceso de Jesús estuvieron implicadas diferentes personas y autoridades romanas y judías (Caifás, Judas, el Sanedrín, Herodes, Poncio Pilato), cuya culpa individual sólo Dios conoce. La tesis de que todos los judíos de entonces o los que viven actualmente sean culpables de la muerte de Jesús es absurda y no se sostiene según la Biblia.



“Y los demonios no son los que le han crucificado; eres tú quien con ellos lo has crucificado y lo sigues crucificando todavía, cuando te deleitas en los vicios y en los pecados". San Francisco de Asís





096.- ¿Por qué se condenó a un hombre de paz como Jesús a morir en la cruz?


96.- ¿Por qué se condenó a un hombre de paz como Jesús a morir en la cruz?

Jesús colocó a su entorno ante una cuestión decisiva: o bien él actuaba con poder divino, o bien era un impostor, un blasfemo, un infractor de la ley, y debía rendir cuentas por ello según la ley.
[574-576]

En muchos aspectos Jesús fue una provocación única para el judaísmo tradicional de su tiempo. Perdonaba pecados, lo que sólo puede hacer Dios; relativizaba el mandamiento del sábado; se hacía sospechoso de blasfemia y se le reprochaba ser un falso profeta. Para todos estos delitos la ley preveía la pena de muerte. 


095.- ¿Por qué eligió Jesús la fecha de la fiesta judía de la Pascua para su Muerte y Resurrección?


95.- ¿Por qué eligió Jesús la fecha de la fiesta judía de la Pascua para su Muerte y Resurrección?

Jesús eligió la fiesta de la Pascua de su pueblo como símbolo de lo que iba a suceder con él en la Muerte y Resurrección. Al igual que el pueblo de Israel fue liberado de la esclavitud de Egipto, así también nos libera Cristo de la esclavitud del pecado y del poder de la muerte. [571-573]

L
a fiesta de la Pascua era la fiesta de la liberación de Israel de la esclavitud en Egipto. Jesús subió a Jerusalén para liberarnos a nosotros de un modo aún más hondo. Celebró con sus discípulos el banquete de la Pascua. Durante esta celebración él mismo se convirtió en cordero pascual. Como «nuestra víctima pascual» (1 Cor 5,7b) ha sido inmolado, para, de una vez para siempre, establecer la reconciliación definitiva entre Dios y los hombres. 




La Fiesta de la Pascua

La Fiesta de la Pascua ya está por empezar.
Jesús va de camino también a la ciudad.
Los niños y los grandes lo quieren saludar;
con ramas de palmera lo fueron a esperar.

¡Bendito el que viene en nombre del Señor!
¡Hosanna en las alturas! ¡Hosanna a nuestro Dios!

Montado en un burrito Jesús apareció
y así la profecía de nuevo se cumplió,
quedando sorprendidos al ver con que humildad,
entraba aquel Mesías que habría de reinar.

Y hoy vuelve a repetirse la historia de Israel,
como hace tantos años allá en Jerusalén.
¡Alcemos nuestros ramos que llega nuestro Rey!
Jesús en cada Pascua nos hace renacer.


094.- ¿Sabía Jesús que iba a morir cuando entró en Jerusalén?


94.- ¿Sabía Jesús que iba a morir cuando entró en Jerusalén?

Sí. Jesús había anunciado en tres ocasiones su Pasión y su Muerte, antes de dirigirse consciente y voluntariamente (Lc 9,51) al lugar de su Pasión y de su Resurrección. [557-560, 569-570] 


miércoles, 13 de junio de 2012

093.- ¿Por qué se transfiguró Jesús en el monte?


93.- ¿Por qué se transfiguró Jesús en el monte?

El Padre quería manifestar ya en la vida terrena de Jesús la gloria divina de u Hijo. La Transfiguración de Cristo tenía que ayudar después a los discípulos a comprender su muerte y resurrección. [554-556, 568]

Tres evangelios relatan cómo Jesús, en la cumbre de un monte, a la vista de sus discípulos, comienza a brillar (se «transfigura»). La voz del Padre celestial llama a Jesús «el Hijo amado», a quien hay que escuchar. Pedro quiere «hacer tres tiendas» y retener el momento. Pero Jesús está en camino hacia su Pasión. Se trata sólo de fortalecer a sus discípulos.

Cuando se tiene la gracia de vivir una fuerte experiencia de Dios, es como si se viviera algo semejante a lo que les sucedió a los discípulos durante la Transfiguración: por un momento se gusta anticipadamente algo de lo que constituirá la bienaventuranza del paraíso. En general, se trata de breves experiencias que Dios concede a veces, especialmente con vistas a duras pruebas. Benedicto XVI, 12.03.2006


092.- ¿Para qué llamó Jesús a los apóstoles?


92.- ¿Para qué llamó Jesús a los apóstoles?

Jesús tenía un gran círculo de discípulos a su alrededor, eran hombres y mujeres. De ese círculo elige a doce hombres, a los que llamó apóstoles (Lc 6,12- 16). Los apóstoles recibieron de él una formación especial y diferentes tareas: «Y los envió a proclamar el reino de Dios y a curar» (Lc 9,2). Jesús llevó consigo sólo a estos doce apóstoles a la última cena, donde les encargó: «Haced esto en memoria mía» (Lc 22,19b). [551-553, 567]

Los apóstoles se convirtieron en testigos de la Resurrección y garantes de su verdad. Después de la muerte de Jesús continuaron su misión. Eligieron a sucesores para su ministerio: los obispos. Los sucesores de los apóstoles ejercen en nuestros días los poderes otorgados por Jesús: gobiernan, enseñan y celebran los misterios divinos. La unión de los apóstoles se convirtió en el fundamento de la unidad de la Iglesia. Entre los Doce destaca una vez más Pedro, a quien Jesús le otorgó una autoridad especial: «Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia» (Mt 16,18). En esta posición especial de Pedro entre los apóstoles tiene su origen el ministerio del Papa. 



Jesús llama para que seamos sus discípulos y misioneros. Doble condición: la del que aprende y la del que comparte.

El llamado que hace Jesús nos sólo para algunos, el invita a todos los que quieran, libremente seguirlo, desde la vocación particular.

La convocatoria a ser "Pescador de hombres" es la invitación a ser testigo de un amor que colma y sacia y, como tal, quiere jugarse por los demás.

Compartimos esta versión de "Pescador de hombres" (compuesta por Cesáreo Gabaráin) realizada por el Padre Jony.


Pescador de hombres

Tú has venido a la orilla,
no has buscado  ni a sabio a ni ricos.
Tan sólo quieres que yo te siga.

Señor, me has mirado a los ojos.
Sonriendo has dicho mi nombre.
En la arena he dejado mi barca:
junto a Ti buscaré otro mar.

Tú sabes bien lo que tengo,
en mi barca no hay oro ni espada,
tan sólo redes y mi trabajo.

Tú necesitas mis manos,
mi cansancio que a otros descanse,
amor que quiera seguir amando.

Tú, pescador de otros lagos,
ansia eterna de hombres que esperan.
Amigo bueno que así me llamas.




091.- ¿Por qué hizo Jesús milagros?


91.- ¿Por qué hizo Jesús milagros?

Los milagros que hizo Jesús eran signos del comienzo del reino de Dios. Eran expresión de su amor a los hombres y confirmaban su misión. [547-550]

L
os milagros de Jesús no eran una representación mágica. Él estaba lleno del poder del amor salvífico de Dios. Por medio de los milagros, Jesús muestra que es el Mesías y que el reino de Dios comienza en él. De este modo se podía experimentar el inicio del nuevo mundo: liberaba del hambre (Jn 6,5-15), de la injusticia (Lc 19,8), de la enfermedad y la muerte (Mt 11,5). Mediante la expulsión de demonios comenzó su victoria contra el «príncipe de este mundo» (Jn 12,31; se refiere a Satanás). Sin embargo, Jesús no suprimió toda desgracia y todo mal de este mundo. Se fijó especialmente en la liberación del hombre de la esclavitud del pecado. Le importaba ante todo la fe que suscitaba a través de los milagros.






Jesús te seguiré
(Daniel Poli)

Jesús te seguiré
donde me lleves iré;
muéstrame ese lugar donde vives
quiero quedarme contigo allí.

Escuchando tus palabras algo nuevo nació en mí,
es que nunca nadie nos había venido a hablar así.
Ahora veo claro, la verdad está en Ti.

Hoy he visto como se aman los que viven junto a Ti.
Hace tiempo que, sediento, había querido amar así.
Ahora siento que tu amor viene hacia mí.

Hoy he visto a los leprosos sanos y a los ciegos ver;
hasta el pan multiplicaste para darnos de comer.
¡Oh Maestro mío todo lo haces bien!

...junto a Ti.