262.- ¿Qué se requiere
necesariamente para poder casarse por la Iglesia?
Para que haya matrimonio sacramental se requieren necesariamente tres elementos:
a) el consentimiento expresado en libertad,
b) la aceptación de una
unión exclusiva y para toda la vida y
c) la apertura a los hijos.
Pero lo más
profundo en un matrimonio cristiano es la conciencia de la pareja de ser una
imagen viva del amor entre Cristo y su Iglesia. [1644-1654, 1664]
La exigencia de la unidad y la indisolubilidad se dirige en
primer lugar contra la poligamia, en la que el cristianismo ve una clara
vulneración del amor y de los derechos humanos; también se dirige contra lo que
se podría denominar «poligamia sucesiva»: una sucesión de relaciones amorosas
no vinculantes, que no alcanzan un único y gran «sí» que ya no se puede echar
atrás. La exigencia de la fidelidad conyugal contiene la disposición a
un compromiso para toda la vida, que excluye relaciones amorosas al margen del
matrimonio. La exigencia de la apertura a la fecundidad quiere decir que
un matrimonio cristiano está abierto a los hijos que Dios les quiera conceder.
Las parejas que no pueden tener hijos están llamadas a ser «fecundas» de otra
manera. Un matrimonio en cuya celebración se excluya cualquiera de estos
elementos no es válido.
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