33.- ¿Qué quiere decir que Dios
es amor?
Si Dios es amor no hay nada creado que no sea sostenido y abrazado por
una benevolencia infinita. Dios no sólo explica que él es amor, sino que lo
demuestra: «Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos» (Jn
15,13). [218-221]
Ninguna otra religión
dice lo que dice el cristianismo: «Dios es Amor» (1 Jn 4,8.16). La fe se apoya
en esta palabra, aunque la experiencia del dolor y del mal en el mundo hace
dudar a los hombres si verdaderamente Dios es bueno. Ya en el Antiguo
Testamento Dios comunica a su pueblo, por boca del profeta Isaías: «Porque eres
precioso ante mí, de gran precio y yo te amo. Por eso entrego regiones a cambio
de ti, pueblos a cambio de tu vida. No temas, porque yo estoy contigo» (Is
43,4-5a), y añade:
«Puede una madre olvidar al niño que amamanta, no tener compasión del hijo de sus entrañas? Pues aunque ella se olvidara, yo no te olvidaré. Mira, te llevo tatuada en mis palmas» (Is 49,15-16a). Que este lenguaje sobre el amor divino no son palabras vanas lo demuestra Jesús en la cruz, donde entrega su vida por sus amigos.
«Puede una madre olvidar al niño que amamanta, no tener compasión del hijo de sus entrañas? Pues aunque ella se olvidara, yo no te olvidaré. Mira, te llevo tatuada en mis palmas» (Is 49,15-16a). Que este lenguaje sobre el amor divino no son palabras vanas lo demuestra Jesús en la cruz, donde entrega su vida por sus amigos.
Quién
conoce a un Dios
(Luis Enrique Ascoy)
Ya no me muestren a un Dios
severo y castigador,
que hay que mirar de abajo,
que juzga siempre
con su reglamento en la mano.
Ya no me muestren a un Dios
que a colocado su ley
por sobre mi conciencia,
que es monopolio de una raza,
una cultura o iglesia.
Quien
conoce a Dios
que
siga estando vivo
que
renueve aquel cariño
que
me quita la ciudad
que
baje del cielo
y sea
nuestro amigo
y no
una balanza fría de metal.
Quien
conoce a Dios
que
siga estando vivo
que
renueve aquel cariño
que
me quita la ciudad
que
baje del cielo
y
cante aquí conmigo
como
símbolo de vida,
libertad
y de paz
Ya no me muestren a un Dios
que pide revolución,
con armas en las manos
que no se deja tutear,
y para siempre llorando.
Ya no me muestren a un Dios
que alaban unos que nunca
hicieron bien a nadie,
que solo atiende a su templo
hasta las seis de la tarde.
Quien
conoce a Dios
que
siga estando vivo
que
renueve aquel cariño
que
me quita la ciudad
que
baje del cielo
y sea
nuestro amigo
y no
una balanza fría de metal.
Quien
conoce a Dios
que
siga estando vivo
que
renueve aquel cariño
que
me quita la ciudad
que
baje del cielo
y
cante aquí conmigo
como
símbolo de vida,
libertad
y de paz.
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